domingo, 23 de marzo de 2014

Bdn Running, la ciudad en mis pies

Este iba a ser una año de transición para preparar y hacer el año que viene mi reto personal, la intención era quitarme de todas las carreras y ahorrar, pero a veces las cosas no pasan como uno piensa.

Después de hacer el maratón de Barcelona por la inesperada lesión de Silver, me llamó una amiga para que me apuntase a la Bdn Running, y aunque no estaba muy convencido para hacer una carrera después del maratón y tras una pequeña confusión acabé apuntado.

Esta vez a la carrera se unían, Félix, Ana y Juan, que ya estaban apuntados, y Paco fruto de la misma confusión que yo. Llevo 2 años mejorando tiempo en esta carrera y este año no sería posible, primero por la falta de preparación y el segundo por el cambio de fecha de esta carrera, justo después del maratón, al menos para mí se hacía imposible bajar marca.

Así que pensé en hacer algo diferente, y se me ocurrió correr con las zapatillas minimalista, Fivefingers, aprovechando que hago salidas con ellas, quería probarme en una carrera y que mejor que en mi ciudad.

De esa guisa me presenté en el bar la Rosada, lugar de encuentro en esta ocasión, allí esperaba Juan que hacía tiempo que hablábamos de correr y de entrenar juntos, por fín ese día había llegado. Él, junto a Ana, amiga de Félix y que corre hace algunos meses con nosotros, comenzamos a ampliar la familia de Run & Friends.

Nos acercamos a la línea de salida para iniciar el calentamiento, cerca estaban estacionados unos autobuses y cerca de ellos veo a un compañero de trabajo y buen amigo, se trata de Jose Antonio Martín, TUSGSAL como una de las empresas patrocinadoras de este evento a puesto a disposición de la carrera algunos autobuses para que sirvan de guarda-ropa de todos los corredores, y él será el encargado de vigilar toda las mochilas hasta que finalice la carrera.




Me despido de él y de mi familia, Paco y yo comenzamos a calentar, de inicio perdemos de vista al resto del grupo que habían ido desapareciendo entre todos los corredores. Nos acercamos a la salida y nos ponemos en el final con la idea de ir adelantando y encontrarlos.



Dan la salida y empezamos a avanzar a bastante gente rápidamente, aunque sin dejar de disfrutar de la carrera, del día y de la gente, la primera subida y a la vez la más complicada de todo el recorrido, la hacemos apenas sin esfuerzo, las energías siguen intactas en los primeros kilómetros, saludamos a otros 2 compañeros de trabajo que están corriendo y hablamos un poco de como estamos todos de energías hacemos alguna broma y los dejamos atrás para seguir buscando al resto del grupo.

Llegamos al puerto y en la primera glorieta comienzan a haber los primeros recortes del trazado, los corredores en vez de hacer el giro, optan por hacerlo en línea recta, es algo que sigo sin entender.

El día es fantástico y el sol brilla con fuerza pero cuando más estaba disfrutando de la carrera me sucede algo que no me ha pasado en ninguna carrera, al pasar el puerto se forma un poco de tapón para girar a la derecha y entrar en la rambla de la playa, al juntarnos todos los corredores no veo el bordillo de la acera, tropiezo y caigo al suelo, precisamente hoy con las Fivefingers, al levantarme noto que me duele el dedo índice del pie derecho y temo que no me permita continuar.

Paco me pregunta y le intento tranquilizar, a medida que avanzamos noto cierta mejoría y aunque tengo molestias, son mínimas y no habrá problema por acabar la carrera.

Pasamos por la estátua de Anís del Mono y aunque hay poca gente y muy dispersa no paran de animar durante todo el recorrido que pasa por la rambla. Al final de esta cruzamos por debajo del túnel de las vías del tren para subir al parque de Ca l'Arnús.

En la subida empiezo a notar los gemelos un poco cargados, pero el ritmo sigue siendo bueno, y aunque vamos adelantando continuamente a bastantes corredores, seguimos sin ver a nadie del grupo.El interior del parque és en su totalidad subida aunque no muy pronunciada, pero aún así mis pies agradecen la tierra y el breve descanso de no pisar asfalto.

Pasamos el parque y volvemos a bajar hacia la rambla que presenta un aspecto espectacular, mucha gente, niños estirando los brazos para palmear con los corredores, un grupo de música en el monumento Roca i Pi y un río de corredores que van acercándose al final de esta carrera.

Nos acercamos a la estación de tren de Badalona, y sorpresa!!! Encontramos a Lesaca, intentamos cruzar alguna palabra con él, pero es bastante difícil, se le vé muy cansado y nos indica que unos metros más adelante se encuentran Félix y Ana, dejamos a Lesaca para ver como están. Félix hace muy buena cara, este ritmo y estos kilómetros no es algo que le asuste acostumbrado a correr por debajo de 40' los 10 km. pero la cara de Ana refleja todo lo contrario, al igual que Lesaca va bastante cansada.

Paco y yo decidimos dejarlos para no agobiarlos y empezamos a correr a un buen ritmo, en breve nos acercamos al último kilómetro y nos metemos en la calle Baldomero Solà, la sombra de los árboles, la gente animando y el hecho de estar cerca del final reconforta el cuerpo, la mente pero sobretodo las piernas.

El primero en llegar del grupo, Juan




Félix y Ana acabando


Lesaca en los últimos metros



Pasamos por delante del Pabellón del Joventut y giramos a la izquierda para buscar la glorieta del Gorg, allí están mi mujer e hijos. Ainoa y Aarón salen en busca de mis manos, la alegría se refleja en mi cara y ambos me llevan en volandas hasta la meta.





Paré el crono en 48´25". Al final un gran día con algún contratiempo por mi caída pero muy satisfecho de correr con mis Fivefingers 10km., con un gran amigo como es Paco, con buenos resultados en la carrera para Juan, Ana y Lesaca, con una liebre de excepción como Félix, pero sobretodo por ver a Reme con una sonrisa en el final alegrándose por mí y por ver como a nuestros pequeños se les está metiendo esto del running, hay gente que dice que correr es malo, yo aún no le he visto lo negativo. La única pena de este día fue que uno de los pilares de este grupo no pudiese correr por la lesión que le mantendrá un tiempo en el dique seco, pero ahí estaremos todos para levantarlo, ánimos Silver. 





SALUD Y KILOMETROS !!!

domingo, 16 de marzo de 2014

Maratón de Barcelona 2014... y van 7

A todos los que nos gusta este deporte sabemos lo importante de una preparación adecuada para correr un maratón,  aunque he hecho alguna cosa que se podría denominar como autentica locura, como correr 2 maratones o un triatlón y un maratón en un mes, no han dejado de ser locuras un poco controladas creo yo, porque si bien una de las dos cosas me esforzaba al máximo la siguiente me la tomaba más relajado y para disfrutar del ambiente que se vive en las carreras o en las ciudades que he visitado,  ahora se presentaba un reto algo menos controlado pero que creía que podría lograr.
 
Silver tuvo una lesión en el gemelo haciendo la media maratón de Barcelona, y aunque hizo reposo, a medida que se acercaba la cita del maratón la pierna no se curaba todo lo deprisa que necesitaba para afrontar la carrera con garantías, así que muy a su pesar, decidió la última semana que no la correría. Entonces llegaron los demonios a mi cabeza, diciéndome que la posibilidad de acabarla era creíble y que disfrutar de otro maratón en mi ciudad sería algo tremendo, así que le dije a Silver de comprarle el dorsal para correrla yo, pero me negó esa posibilidad, solo había una posibilidad de que me diese el dorsal y era que me lo regalase y disfrutara de la carrera. Aunque me resistí a esa posibilidad, al final acabé aceptando sus condiciones, me podían las ganas de correr el maratón.
 
Así que con la preparación que llevaba en los últimos meses, con tiradas largas acompañando a Silver para su preparación y las salidas que durante la semana iba haciendo, confié en que fuese suficiente para afrontarla con garantías, pero sobretodo para disfrutarla desde dentro, que es como mejor se disfruta.
 
El día antes de la carrera habíamos quedado todos para comer juntos a mediodía en el wok que hay en el C.C. Màgic de Badalona, pero por la mañana Silver y yo junto con nuestras familias, fuimos a la expo del corredor en Montjuic, para recoger el dorsal que al día siguiente luciría con orgullo por todas las calles de Barcelona.
 




Fue emocionante estar en la expo y ver a un montón de gente con la ilusión en la cara, pero el que me preocupaba era Silver, su cara era de desanimo, lógicamente ver todo aquello no tuvo que ser un trago fácil, pero entre toda aquella marabunta de gente una cara conocida, Chema Martínez en el expositor del maratón de Madrid. Como siempre amable y con una sonrisa en la cara, le recordamos el "atraco" que le hicimos en Valencia y nos volvimos a hacer otra foto con él.
 
Con el gran Chema Martinez
 
 
Después de dar un paseo por los otros expositores y que a mis hijos les regalasen las medallas del maratón de Castellón del 2012, vaya morro jejeje, nos fuimos a comer con el resto del grupo, allí Silver hizo los honores y me entregó el dorsal de todos los hermanos y de la familia.
 
 
La entrega del dorsal en la comida con Félix de testigo
 
Después de una buena comida básicamente formada por arroz, y pasar un muy buen rato como no podía ser de otra manera siempre que nos juntamos. Nos fuimos cada uno para su casa y yo comencé los preparativos de lo que iba a ser mi séptimo maratón, los nervios los tenía hace días pero ahora sabía que después de prepararlo todo y estar un rato con la familia me iría a descansar para el día siguiente y al levantarme, la vorágine del desayuno, el vestirme, preparar a los niños, etc. me llevaría casi sin darme cuenta a la línea de salida.
 
Y así fue, dormí tranquilo cosa rara en mí siempre que se acerca un maratón o una carrera importante y me preparé para el gran día. Salimos de casa, mi padre nos esperaba abajo, y nos fuimos al metro, donde esperaban Félix y Ana. Llegamos a Plaza España donde tiene lugar el inicio del maratón, ya en la salida Félix mostró la camiseta dedicada a Silver, nos deseamos suerte y entramos cada uno en nuestro cajón.
 
 
Con Félix ( el crack del equipo ) y su camiseta de apoyo a Silver

 
Se dio la salida, pero esta vez no iba con el grupo que salía en el primer disparo y me tocó esperar un poco más, se me hizo eterno, porque nadie se movía y cuando lo hacían era muy despacio, apenas veía el arco de salida, pero entonces se escuchó el segundo disparo y con él la voz atronadora de Montserrat Caballé junto con Freddy Mercury que nos recordaban la Barcelona de los J.J.O.O. y entonces comenzamos a correr, yo como siempre buscando a mí familia que esta vez me esperaban junto a la fuente d Plaza España. Y allí los encontré con una sonrisa en la cara de mi padre y la alegría oculta en la cámara de fotos de mi mujer que intentaba saltar y mover la mano para que la viese, y como no mis hijos cerca de ella animándome.
 

 

Así como cada año desde hace 3, comencé subiendo el carrer de Sants, comienzo con un ritmo tranquilo sin obsesionarme con ningún tiempo, hoy el reto es acabarlo y sobretodo acabarlo bien, ya que durante la tarde tengo otro maratón pero este laboral y de 8 horas conduciendo mi autobús.

Sé que el tramo siguiente hasta prácticamente el kilómetro 10 no tiene porqué entrañar ningún problema, así que me dedico a mantener el ritmo y a observar a los que hay a mí alrededor, y en esta ocasión hay unos chicos disfrazados de cavernícolas que llaman la atención de todos los que están a su alrededor, haciendo bromas sobre el hueso que uno de ellos lleva sobre la cabeza. Justo cuando dejo el Camp Nou, una pareja de chicas van vestidas de la misma manera, minifalda roja y pelo rubio con una trenza donde se mezcla una tira de color rojo, pero aunque van idénticas, una se lleva los piropos de todo el mundo, al fijarme no puedo más que reírme y es que a la que todo el mundo le dice algo es un chico disfrazado para la ocasión, él delega los piropos en su acompañante femenina.

Poco después cerca del hotel Juan Carlos I, se ve a una persona tremendamente alta, muchos lo saludan, se trata de Joey Dorsey jugador de básquet de F.C. Barcelona y al bajar hacia la Diagonal nos cruzamos con alguien que si reconozco, es el ex-entrenador de porteros del Barça, Juan Carlos Unzué.

Los primero kilómetros pasan volando, llego al kilómetro 10, avituallamiento y gel para los siguientes kilómetros, ya me acerco a calle Diputación donde me espera el avituallamiento familiar, beso a mi padre y a mi mujer, hoy creo que necesitaré más que nunca su apoyo, pues tengo dudas del entrenamiento que he hecho. Pero hay 3 motivos por los que creo que lo conseguiré, el primero son ellos, para mí siempre lo son. El segundo es que Silver me espera en algún punto de la carrera y como mínimo tengo que verlo y el tercero es que Paco vendrá para hacer unos kilómetros y tampoco le puedo fallar.

El encuentro con mi padre

Bajo hasta Gran Vía preparándome para lo que tiene que venir que ya empieza a complicarse, disfruto de la tranquilidad que este año me permite ir más relajado y absorbo los gritos de ánimo de toda la gente que se concentra por toda la calle.

Comienzo la subida por Passeig de Gràcia y me sorprendo subiendo, voy bastante mejor de lo esperado, veo a un grupo que se mantiene al lado derecho de la calle como cada año, son los amigos del Tíbet, que animan y dan colorido a este tramo de la carrera.

Giro en Roselló, y la recta llana me da un respiro para recuperarme,  además llego al avituallamiento y aprovecho para beber agua y bebida isotónica, casi sin enterarme estoy a los pies de la Sagrada Familia y aquí se mezclan, curiosos, familiares y turistas, pero lo más importante es que son muchos los que animan.

Dejo detrás Roselló y sigo por Valencia, se agradece la sombra que proporcionan los árboles en este tramo, ya que empieza a apretar la calor, pero es una alegría que dura poco, comienza la subida por la Meridiana, es el primer tramo duro que considero de este maratón. Es una cuesta sin sombras y aunque no es muy fuerte, es muy prolongada, si a eso le incluimos la calor y que se llega al punto del medio maratón, queda poco que explicar para considerarlo un tramo durillo.

Intento recuperar todo lo que puedo en la bajada tomándome un gel e hidratándome con todo lo que me dan en el avituallamiento. Voy bastante bien y el respiro que me da la bajada me irá bien para afrontar el tramo de la Diagonal, pero de casualidad, justo antes de llegar a Prim y como si de una alucinación a causa de la calor se tratase, veo a Silver buscándome entre el bullicio y nos fundimos en un abrazo. Con este gesto demuestra lo grande que es, aún con su lesión y con el disgusto de no poder correr el maratón, estuvo ahí para animarme.

Nos despedimos y al girar Prim otra sorpresa, Paco aparece en mi lado izquierdo y comienza a correr a mi lado, me alegra muchísimo que haya decidido acompañarme unos kilómetros. Bajamos Prim charlando sin problemas, pero la cosa cambia cuando empezamos a subir la Diagonal.

 La Diagonal es el segundo tramo más complicado del maratón, se sube 2,5 kms. y si no tienes el temido muro, queda poco para que te aparezca. Pero en lo alto de la subida tengo 2 premios, el primero es mi familia, que me gritan y son incombustibles en sus ánimos, el segundo premio es el recuerdo que tengo en cada maratón de Barcelona de mi amigo Carlos de Madrid, tuvimos una charla en aquel maratón sobre este tramo y desde entonces me viene el recuerdo de lo que hablamos al llegar a la torre Agbar.

Bajamos Diagonal y me despido de los míos, pues es la última vez que los veré hasta el final de la carrera en Plaza España, con sus ánimos y con la ayuda de Paco, que aún me acompaña, intentaré acabar este séptimo maratón.

Con mi amigo Paco ( camiseta Suzuki )
 
Kilómetro 30 y con él llega el bajón de mi cuerpo, empiezo a notar como bajo el ritmo y apenas hablo con Paco, que se da cuenta y en vez de dejarme sólo me sigue acompañando, cosa que le agradezco enormemente, el litoral si se caracteriza por algo es por la humedad y la calor que es terrible, pero sí voy acompañado espero que se haga más ameno. Este año como novedad, antes de llegar al Passeig de García Faria han colocado unas duchas que vienen muy bien. Paso este tramo con bastante sufrimiento, calor y cansancio son mis compañeros de viaje, pero Paco sigue a mi lado y eso me empuja a no desfallecer.

Por fin llegamos a Marina, la subo como puedo, giramos en Pujades y encaramos Passeig de Sant Joan, ver el Arco de Triunfo anima por 2 motivos, primero por  el hecho de pasar por debajo de un edificio emblemático de la ciudad y segundo que el hecho de llegar hasta aquí significa que el final del maratón está cerca y quedan 6 kms. aunque claro está que son los más duros.

Rda. Sant Pere y llegamos a Plaça Catalunya, donde la gente se agolpa para animar en este tramo final y el espacio para correr se estrecha, aunque parte de esos ánimos son producidos por Paco, que increpa un poco a la gente al verlos algo callados.

Pasamos por la Catedral y al igual que en Sagrada Familia, la cantidad de turistas es muy grande y nos miran con curiosidad al pasar. Ahora bajamos por Vía Augusta, intento recuperar fuerzas, pero ya es mera ilusión, las fuerzas no están y tampoco las espero hasta acabar, pero ahí sigue Paco que me ayuda a seguir, se ha convertido en mi animador personal y eso es un lujo en cualquier maratón.

Llegamos al Passeig de Colón, este es el último respiro de la carrera llano, ya no queda nada y comienzo a imaginar el final de carrera, lo tengo en la punta de los dedos y ahora se que lo conseguiré, porque aunque sea andando llegaré. Pero eso no va a suceder, llegaré corriendo, al girar para encarar el Paralelo, mi escudero y guardián Paco, se despide de mí para que afronte lo que me queda sólo, y no sabe lo que le agradezco toda la ayuda prestada.

Las fuerzas siguen sin estar, pero la subida del Paralelo la haré con el corazón, arriba me espera la gloria y mi familia como testigo, así que afronto este tercer tramo duro con esa ilusión.

Y llego, pero este año veo a mi familia, normalmente llego tan roto que no los veo, pero este año sí, y lo mejor de todo es que mi hija sale a cogerme la mano para entrar conmigo a meta. Y corre a mi lado, tanto que parece que ella tenga más ilusión por llegar que yo. Y entramos juntos, la abrazo y me pregunta si ha corrido bien mirándome y esperando mi aprobación, cosa que consigue haciéndome un nudo en la garganta.

Salimos de Plaza España, no sin antes refrescar las piernas en la fuente, tengo que prepararme para el otro reto del día, trabajar por la tarde con el bus, cosa que consigo sin problemas.  Al final un buen tiempo 3h. 53´00"
 


 
 
SALUD Y KILOMETROS !!!